primeras” (versículo 19). Sus ojos, que todo lo ven, tomaron nota no sólo de sus muchas buenas obras sino también de su servicio y su capacidad para soportar las tribulaciones. Miró dentro de su corazón y notó la fe y el amor que motivaban sus acciones. Toda congregación de creyentes puede tener la certeza de que el Salvador ve su fe y sus buenas obras, aunque parezca que sólo sus problemas son aparentes al mundo. Con el mismo amor, pero con un espíritu de advertencia, Jesús tiene que señalar las
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